viernes, 8 de febrero de 2013

Depresión y tratamiento farmacológico

La depresión es una enfermedad grave que presenta una alta prevalencia en el ámbito de la atención primaria, con un impacto social y sobre la funcionalidad física, superior a la de enfermedades como la hipertensión, la diabetes, entre otras, y que se asocia con una elevada morbilidad y mortalidad por suicidio, presentándose de forma crónica y recurrente.

 Las personas que sufren alguna experiencia vital traumática (divorcio, viudez, despido, etc.), o que carecen de apoyo social, son los más proclives a padecer esta enfermedad.


Los antecedentes familiares de depresión constituyen un importante factor de riesgo para padecerla en el futuro.

Se considera que la depresión es una enfermedad infradiagnóstica e infratratada, especialmente en atención primaria, y es aquí donde paradójicamente de forma inicial y más frecuentemente son atendidos los pacientes que la padecen.

Este fenómeno está dado, en parte, porque aproximadamente la mitad de los pacientes con enfermedades psiquiátricas acuden al médico de atención primaria y le manifiestan síntomas somáticos tales como las alteraciones del sueño, la cefalea, las molestias gastrointestinales, la fatiga o la pérdida de peso, en lugar de depresión.

También esto es particularmente problemático entre los adultos jóvenes, dado que existe una baja sospecha de que la padezcan por lo que existe cierta tendencia a pasarla por alto. Son más proclives a identificarla en los ancianos, aunque son reacios a tratarla por considerarla como una característica normal, y por la complicación que presupone utilizar fármacos en este grupo de edad en cuanto a la dosificación y la posibilidad de interacciones.

En la actualidad se reconoce la atención primaria como el medio en el que se debe diagnosticar y tratar la depresión, a excepción de los casos complicados, que deben ser referidos al psiquiatra, debido a la posibilidad de suicidio.

Por ello, es fundamental aportar información sobre el tratamiento farmacológico de la depresión para favorecer su aplicación en la práctica diaria.

Fármacos antidepresivos

La función de los antidepresivos consiste en aumentar la disponibilidad de neurotransmisores en las sinapsis. Hasta el momento no se han podido correlacionar subtipos de depresión con tratamientos específicos, el incumplimiento del tratamiento, es la principal causa de recaída. Es frecuente encontrar diversas clasificaciones de antidepresivo, todo lo cual indica que su médico puede indicar una óptima para el paciente.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Afección que puede poner en riesgo la vida.

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