miércoles, 6 de febrero de 2013

Cocaína, alcohol y marihuana están detrás de brotes psicóticos, infartos y dependencias

La creciente demanda de tratamientos, el aumento de los casos de esquizofrenia, los infartos y anginas de pecho a edades tempranas y la pérdida de miedo hacia ciertas sustancias hacen temer a los especialistas que el consumo de drogas, sobre todo de cocaína, no para de aumentar.

Los hay que tocan techo con sólo 13 años y quien, después de una década consumiendo, decide frenar porque su corazón le da un aviso. No hay un perfil definido del consumidor, aunque lo que sí se ve es que se ha perdido el miedo a las drogas.

 Para colmo, éstas están cada vez más baratas y más al alcance de la población. La situación ha llegado a tal punto que en Salud Mental han visto en muy poco tiempo muchos casos de adictos al consumo de sustancias alucinógenas.

La inconsciencia de los jóvenes llega a tal punto que cultivan narihuana en sus domicilios y las usan sin pensar en las consecuencias.

SEXUALIDAD

Según los resultados de un estudio publicado en la revista “Journal of Sexual Medicine” y llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Granada y la Universidad Santo Tomás de Colombia contradicen estudios previos que aseguraban que, a las tres semanas de abandonar el consumo, la función sexual volvía a la normalidad.

Se evaluó el funcionamiento sexual de un total de 905 varones, de los que 550 estaban diagnosticados de dependencia de siete sustancias de consumo preferente: alcohol, cocaína, cocaína y alcohol, heroína, marihuana y speedball (heroína+cocaína).

Los autores evaluaron cuatro áreas del funcionamiento sexual: deseo sexual, satisfacción sexual, excitación sexual y orgasmo.

El trabajo demuestra que todas se encontraban significativa y moderadamente más perjudicadas en el grupo consumidor de drogas que en el de aquellos sujetos que no las consumían.

Además, los investigadores comprobaron cómo las distintas sustancias afectan de forma diferente a distintas facetas de la sexualidad. Por ejemplo, el placer sexual se observa más perjudicado en los consumidores de speedball, seguido de cerca por los consumidores de cocaína, que manifiestan un deseo sexual muy elevado en fases agudas de consumo.

Con respecto a la excitación (capacidad eréctil), el alcohol es la droga que parece perjudicar más esta faceta. Este trabajo revela por primera vez que este perjuicio se extiende a antiguos consumidores de alcohol tras un largo periodo de abstinencia.

0 comentarios:

Publicar un comentario