CATALEJO
Por Dr. ANULFO
MATEO PÉREZ
Psiquiatra
La
espiral de violencia antisocial consterna nuevamente a los dominicanos, caracterizada
por el incremento de los homicidios, que precedidos de premeditación, impacta
con crueldad más contra las mujeres.
Investigaciones
epidemiológicas, antropológicas, neurobiológicas y psiquiátricas han demostrado
que la violencia es multifactorial, donde existe un predominio de las bases
ambientales y genéticas.
El
reputado psiquiatra alemán Kurt Schneider, calificó como desalmados antisociales
a "sujetos que carecen de compasión, vergüenza, sentido del honor,
remordimiento y conciencia moral…".
Y
precisaba el académico de Heidelberg, que "los desalmados criminales no
deberían hacernos olvidar que también existen los desalmados sociales, de naturalezas
duras… que caminan sobre cadáveres".
En
la violencia antisocial están involucrados, además de los genes, el stress
emocional, pobreza, inequidad, desigualdad, promiscuidad, drogas, abuso
infantil y desintegración de la familia.
Debe
precisarse que la proclividad puramente neuro-conductual puede no conducir a
conductas reprobables y muchos individuos con alteraciones cerebrales no
cometen actos delictuales.
En
el caso dominicano, vemos un incremento de la violencia antisocial, donde confluyen
el robo y el homicidio, cometidos por “desalmados”, a los que describía
Schnider como de “naturalezas duras…”.
Es
innegable que las deplorables condiciones económico-sociales y de perversión
política en interacción con los factores genéticos, dan las resultantes de la
situación de violencia que padecemos en nuestro país.
Este
sistema capitalista dependiente y atrasado, por demás neoliberal, que violenta
el derecho de las mayorías, mientras privilegia a una minoría, favorece la violencia
antisocial y el crimen.
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